Donante de cordón…

Autora: Raquel Montfort, pediatra

Tengo tres hijos. A mi primer hijo lo hice donante de sangre de cordón umbilical, porque lo creí una buena opción, altruista, y útil para las personas con leucemia aguda y otras enfermedades de médula que necesitan trasplante. Porque la sangre de cordón umbilical es rica en células madre .
Por eso en mi primer parto mi pareja y yo decidimos ser donantes. A parte de ser un parto un poco atropellado y poco respetado, que tenía que ser natural y acabó en epidural, nos cortaron el cordón a los pocos segundos de nacer. En ninguna guía aparece cuando es el tiempo idóneo para cortar el cordón y que quede suficiente sangre en la placenta para la donación. Tampoco nadie nos explicó que el pinzamiento de cordón iba a ser inmediato. Mi hijo estaba completamente azul, de verdad, no me lo invento. Como pediatra sé diferenciar esos tonos de piel. Me lo pusieron en seguida encima, piel con piel, y su padre y yo lo tuvimos que estimular enérgicamente para que respirara, en fin, que llorase. Francamente lo pasé un poco mal.
A mis siguientes dos hijas no las hice donantes, me volví egoísta. Ya soy yo donante de médula. Nacieron según el plan que queríamos, parto natural, que esta vez si que fue respetado, en el mismo hospital público. Al no ser donantes, se respetó el pinzamiento tardío, más de un minuto. Fueron niñas rojas, pletóricas, que respiraron tranquilamente sin llorar, también piel con piel.
Esto que escribo no va sólo de sentimientos y colores de bebés. Es un hecho que un bebé sin suficiente aporte de sangre, de su sangre, tiene una adaptación más dificultosa y estresante de su circulación y respiración fetal en medio acuoso, a la de un recién nacido, en medio aéreo. Esa sangre de su cordón le aporta oxígeno, mientras los alveolos pulmonares se perfunden de sangre y se adaptan a respirar de manera efectiva. Entre otros beneficios.
Y si se pinza el cordón en escasos segundos, no se puede conseguir nada de lo que fisiológicamente está previsto que suceda en un bebé humano.
Otra situación muy conocida en pediatría, es lo que mis profesores de neonatos llamaban anemia «fisiológica» del bebé de 6 meses. Esa anemia no es fisiológica, no existiría si se dejara latir el cordón hasta que la placenta transfunde toda la sangre que el bebé necesita.
En fin, no es verdad lo que te dicen en todos los folletos informativos de donación de sangre de cordón umbilical: «La extracción y conservación de las células madre de la sangre del cordón umbilical del bebé es un proceso totalmente indoloro y seguro para el recién nacido.» » No supone ningún riesgo para la madre y el recién nacido».

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